En el corazón de Vélez-Málaga, la Cuaresma no es solo una cuenta atrás hacia la Semana Santa, sino un período de trabajo, devoción y hermandad. Así lo refleja cada día «La Voz del Sentimiento», el programa de Fusión Radio que lleva la actualidad cofrade a todos los rincones de la ciudad.
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En su última emisión, el periodista Pablo Domínguez se trasladó a un lugar especial: la nave museo donde la Hermandad de la Humildad guarda sus tesoros. Allí, bajo el majestuoso palio de María Santísima de la Paz, se vivió un encuentro cargado de emoción y sentimiento.
José Luis Bautista, albacea general de la cofradía, recibió al equipo con orgullo. «Este trono de madera tallada y dorada es único en Vélez-Málaga», comentó, destacando su diseño de Guzmán Bejarano y la artesanía de los talleres de su hijo. Una obra que, año tras año, se convierte en símbolo de identidad de la Semana Santa veleña.
La Hermandad de la Humildad no solo se centra en la preparación de sus desfiles procesionales, sino que mantiene un culto interno con celebraciones tan importantes como Cristo Rey del Universo y la festividad de la Virgen en enero. «Es un trabajo constante durante todo el año, que solo es posible gracias a las manos que colaboran sin descanso», resaltó Bautista. La dedicación de los albaceas se hace evidente en cada detalle del montaje, desde la disposición de los tronos hasta la preparación de los enseres.
Jacinto y Antonio, miembros de la albacería, compartieron su experiencia en la ardua labor de preparación. «Se trata de muchas horas de trabajo, pero cuando ves el resultado en las calles, todo cobra sentido», afirmaron. La hermandad ha crecido en número y compromiso, con una juventud que aporta energía y nuevas ideas, asegurando el futuro de la tradición.
Uno de los aspectos más especiales de la procesión del Jueves Santo es el papel de los horquilleros, quienes portan los tronos del Señor de la Humildad y la Virgen de la Paz. José María y José, integrantes de la mesa del Señor, explicaron la experiencia única de formar parte del «submarino», el equipo de horquilleros internos del trono. «Es una vivencia íntima y privilegiada. No vemos el exterior, pero sentimos el peso y la responsabilidad de llevar al Señor», confesaron.
El trabajo de la hermandad no se detiene aquí. Entre sus proyectos a futuro, destaca la finalización de la candelería del palio y el sueño de contar con una casa de hermandad que sirva como espacio de encuentro, oración y conservación del patrimonio. «A pesar de que tenemos un buen espacio, cada vez crecemos más, y sería un hito poder iniciar la estación de penitencia desde nuestra propia casa», expresó Bautista.
El programa concluyó con un mensaje claro: la Semana Santa es el reflejo de un esfuerzo que trasciende los días de procesión. Es la unión de un pueblo que, desde el fervor y el compromiso, da vida a su tradición. Y este Jueves Santo, cuando el Señor de la Humildad y la Virgen de la Paz recorran las calles de Vélez-Málaga, no solo serán testigos de su fe quienes los miren desde las aceras, sino también aquellos que, con su hombro y su corazón, los lleven en andas.