Como parte invitada a la reunión convocada por el Ministerio de la Transición para la exposición de la Estrategia de Defensa del Litoral de Málaga frente al cambio climático, el Gabinete de Estudios de la Comarca de la Axarquía muestra su profunda decepción, tildando de despilfarro e inutilidad dicha estrategia y acusa a dicho ministerio de no asumir su responsabilidad en la perpetración de las estrategias que propone.
En la exposición, que tuvo lugar en el salón de actos de la Sudelegación del Gobierno en Málaga, el martes 19 de abril a las 11:30 h., con asistencia de gran parte de los alcaldes de los municipios costeros de la provincia de Málaga y otras entidades y personalidades invitadas para este fin, el Director General de Costas expuso dicha estrategia, que la calificaba como “un punto de partida para la toma de decisiones y la planificación de actuaciones en defensa del litoral”, un documento que lleva casi tres años redactándose, con participación de un panel internacional de experto, además de otro a nivel nacional, con destacadas figuras, autoridades académicas en la dinámica del litoral y los efectos previsibles del cambio climático.
La primera parte de la exposición sonaba muy bien a oídos del sector conservacionista allí presente, en tanto que el director general insistía que el objetivo de la estrategia era revertir la situación desordenada y artificializada actual, para recuperar los valores naturales del litoral, la recuperación y protección de sus dunas, playas y acantilados. En realidad es un objetivo implícito en la Ley de Costas y es obligación del Estado, el competente en dominio público marítimo-terrestre, el que debe asegurar que así sea.
Pero casi al final de su exposición, el Director General empezó a insistir que las operaciones previstas para cada tramo del litoral de Málaga “son solo sugerencias”, no obliga a los ayuntamientos a aplicarlas y acatarlas. Y no sólo no son obligatorias, sino que además, decía, son “adaptables”, es decir, que su ejecución se podría adaptar a los requerimientos, intereses y demás variables sobre el terreno.
GENA-Ecologistas en Acción denuncia este despropósito y anuncia que la estrategia no cumplirá su principal objetivo, el de renaturalizar el litoral, sino que consolidará la mercantilización del litoral, sometiendo sus valores naturales a las exigencias de los intereses mercantiles puestos en estos espacios naturales. El Ministerio deja en manos de los Ayuntamientos, la decisión de qué tipo de operaciones aplicar, cómo amoldarlas a sus intereses. Los ayuntamientos tomarán aquellas operaciones que faciliten la protección de las actuales instalaciones playeras (ej. infraestructuras a base de espigones) y dejarán a un lado aquellas operaciones dirigidas al restablecimiento del medio natural (dejar de rastrillar las playas, eliminar las “hierbas”, allanar eliminando dunas embrionarias, y sobre todo, a fomentar la actividad económica superlativa en las playas (chiringuitos, hamacas, sombrillas, masajes, atracciones, etc., precisamente aquello que ha provocado la desnaturalización de las playas.
Nunca se conseguirá renaturalizar las playas si el Estado, que es el que tiene autoridad sobre ellas sigue echando balones fuera y no asume su responsabilidad por “razones políticas”, delegando esa responsabilidad a quienes, desde hace decenios, están esquilmando las playas.