Mientras las campanas se preparan para anunciar el Domingo de Ramos, el programa referente de Fusión Radio para la Semana Santa, «La Voz del Sentimiento», conducido por Pablo Domínguez, se emitió esta semana desde un lugar cargado de significado: la Plaza de las Carmelitas.
AUDIO DEL PROGRAMA
VÍDEO DEL PROGRAMA
Esta céntrica plaza, destinada a convertirse en el epicentro de las procesiones y la estación de penitencia oficial, sirvió como el escenario perfecto para un análisis profundo sobre los preparativos, tradiciones, evoluciones y desafíos que enfrenta la querida Semana Santa de Vélez-Málaga.
Junto a Pablo Domínguez estuvieron dos destacadas figuras del mundo cofrade local, Miguel Fajardo y Antonio Galán Santana. Ambos invitados, descritos como profundos conocedores e involucrados activamente en las hermandades de la ciudad y en la Agrupación de Cofradías, ofrecieron valiosas perspectivas fruto de años de dedicación.
El programa abordó el carácter particular de la Cuaresma de este año, más prolongada y culminando más cerca de la plena primavera. Hitos recientes como la presentación del cartel oficial por Francisco Santa Cruz y el pregón ofrecido por Vanessa fueron destacados como momentos clave que generan expectación. Antonio Galán habló del entusiasmo y la nostalgia palpables en la comunidad cofrade, evidenciados por eventos concurridos como la reciente bendición del Ángel del Huerto, señalando un vibrante regreso a las actividades de Semana Santa. Miguel Fajardo compartió este sentimiento, elogiando la calidad del cartel y el «magnífico» pregón, destacando especialmente la juventud de ambos protagonistas como una señal prometedora para la continuidad futura de estas tradiciones.
Una parte significativa de la discusión giró en torno a la propia evolución de la Semana Santa. La elección de la Plaza de las Carmelitas para la emisión subrayó cambios recientes, como la rediseñada tribuna oficial y los palcos, un cambio considerado necesario para la comodidad y accesibilidad. Los invitados reflexionaron sobre transformaciones pasadas, incluyendo el crucial establecimiento de recorridos y horarios oficiales iniciado años atrás para aportar orden y estructura a las procesiones. También se debatió sobre el uso creciente de vallas para gestionar las multitudes y mantener la solemnidad de los desfiles, reconociendo el equilibrio necesario entre el orden y el acceso del público.
La conversación navegó hábilmente por la dualidad presente en la Semana Santa moderna: la creciente devoción interna frente al potencial para excesos externos. Mientras se celebraba la mayor participación en los cultos y el meticuloso trabajo de los distintos grupos de las hermandades (como albacería y liturgia), los invitados también abordaron con franqueza tendencias emergentes. Antonio Galán identificó ciertos estilos de horquillería y el creciente protagonismo de las bandas musicales –que a veces parecen dictar el ritmo del trono– como posibles «modas» o áreas donde el enfoque principal podría diluirse, defendiendo apasionadamente el papel tradicional y el inmenso esfuerzo de los horquilleros.
Mirando hacia el futuro, el programa confrontó los desafíos inevitables que plantea el crecimiento. Con hermandades reubicándose (como Huerto y Humildad trasladándose a nuevas sedes) y la posible incorporación de nuevas imágenes a las procesiones en días como el Martes y Jueves Santo (Virgen del Rosario), la presión sobre los recorridos y horarios existentes es creciente. Los invitados reconocieron que, si bien ampliar los recorridos podría ser necesario, las cofradías suelen ser reticentes a aumentar significativamente su tiempo en la calle. Esto apunta a decisiones complejas por delante para la Agrupación de Cofradías, que requerirán una planificación cuidadosa y quizás, como sugirió Miguel Fajardo, una voluntad de adaptación por parte de todos por el bien común, potencialmente revisando incluso aspectos fundamentales del horario o los itinerarios.
Miguel Fajardo enfatizó que, aunque la Semana Santa es un espectáculo público arraigado en el arte y la tradición, su núcleo sigue siendo un acto de fe ligado a la Iglesia. Subrayó la importancia de la participación voluntaria y sentida en los cultos y procesiones, en lugar de la mera obligación.
Concluyendo el interesante debate, Pablo Domínguez agradeció a sus invitados sus perspectivas, resumiendo el esfuerzo continuo por equilibrar la fe arraigada con la expresión pública, la tradición con la evolución necesaria, y la identidad individual de cada hermandad frente a las necesidades colectivas de la Semana Santa en Vélez-Málaga.
«La Voz del Sentimiento» sigue siendo una escucha esencial para cualquier apasionado de la Semana Santa veleña, ofreciendo contexto, reflexión y un verdadero sentido de la devoción que la impulsa.