Mientras los ecos de tambores y cornetas se desvanecen y el aroma a incienso persiste, el programa insignia de Fusión Radio dedicado a la Semana Santa de Vélez-Málaga, «La Voz del Sentimiento», ha centrado su enfoque en la reflexión y el análisis.
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Conducido diariamente a las 19:00h por Pablo Domínguez, el programa reunió recientemente a figuras clave del mundo cofrade local para desgranar las experiencias, desafíos y triunfos de la Semana Santa recién concluida, ofreciendo a los oyentes una mirada multifacética al corazón de esta apreciada tradición.
El programa, conocido por su profunda inmersión en la historia, devoción y el intrincado funcionamiento de las Hermandades y Cofradías de Vélez-Málaga, brindó una plataforma para perspectivas contrastantes pero complementarias en un episodio reciente. Los invitados Aitor López, fotógrafo muy vinculado a la Cofradía de Estudiantes y a las redes sociales de la Agrupación de Cofradías, y José María López, Jefe de Procesión de la Cofradía del Gran Poder y Amargura, compartieron sus puntos de vista tanto desde «fuera» como desde «dentro» de las procesiones.
Retos Logísticos y Ritmos Internos
José María López ofreció una visión convincente de la planificación meticulosa y la resolución de problemas en tiempo real que requiere dirigir una procesión como la del Gran Poder y Amargura el Jueves Santo. Detalló las dificultades inherentes a la organización de dos secciones distintas (tronos) con numerosos penitentes, especialmente partiendo desde la histórica pero espacialmente limitada Capilla de San Juan de Dios. «Es desafiante», admitió López, enfatizando el papel crucial de los mayordomos y de todo el equipo. Explicó la necesidad constante de ajustes – el «efecto acordeón» – para gestionar los diferentes ritmos de paso de los dos tronos (Gran Poder y Amargura) y mantener la cohesión de la procesión mientras se cumplen horarios ajustados. «Tienes que estar vigilando toda la noche… porque una imagen anda de manera diferente a la otra», explicó, destacando el delicado equilibrio entre mantener el orden y permitir que cada imagen tenga su expresión devocional.
Capturando el Momento, Documentando el Sentimiento
Desde el punto de vista del fotógrafo, Aitor López describió una intensa Cuaresma previa a la Semana Santa, llena de actividades documentadas meticulosamente, en parte a través de su trabajo con la presencia online de la Agrupación de Cofradías. Elogió el «lucimiento» general de la semana, enfatizando la importancia de la fotografía no solo como registro, sino como un archivo vital para las hermandades. López también mencionó el proceso estructurado de acreditación para los medios, diseñado para asegurar el respeto a las procesiones. Significativamente, señaló un cambio en el enfoque de muchos fotógrafos este año: «He visto a muchos fotógrafos apuntando al público… porque la reacción del público no siempre es la misma». Este deseo de capturar la emoción y devoción compartidas refleja el título del programa, «La Voz del Sentimiento».
Un Debate Franco sobre la Conducta del Público
Sin embargo, la conversación tomó un giro crítico al abordar el comportamiento del público. Ambos invitados expresaron una preocupación significativa, rozando la frustración, con respecto a la falta de respeto y solemnidad observada en ocasiones. José María relató la necesidad de solicitar silencio repetidamente a los espectadores, incluso durante momentos sensibles como la salida de la pequeña capilla. Aitor López fue más allá, describiendo escenas, particularmente durante las solemnes procesiones del Viernes Santo (Sepulcro y Soledad), como una «vergüenza». Citó el parloteo persistente durante las oraciones y las actuaciones de las bandas, el apiñamiento en espacios reducidos como la Tribuna de los Pobres sin tener en cuenta el paso de los tronos, y una falta general de conciencia que menoscababa la atmósfera. «No es solo estética; impacta en la seguridad y en el propio respeto que el evento merece», subrayó Aitor, contrastando estos casos con el ambiente bien organizado y respetuoso durante el encierro del Gran Poder y Amargura.
El presentador, Pablo Domínguez, planteó una pregunta que invita a la reflexión: ¿Podría la propia búsqueda de «espectacularidad» por parte de las hermandades restar solemnidad en ocasiones, atrayendo inadvertidamente a un público menos reverente? Aitor argumentó que espectáculo y devoción pueden coexistir, citando como ejemplo principal el poderoso y silencioso paso de El Cautivo sobre el puente, acompañado únicamente por un tambor. Diferenció entre las expresiones auténticas de fe y la simple falta de respeto, al tiempo que recalcó la necesidad de disciplina interna entre los propios participantes de la procesión.
Recorridos en Evolución y Consideraciones Futuras
Mirando hacia el futuro, el programa abordó el panorama cambiante de los recorridos de Semana Santa. La incorporación de nuevas imágenes (como la Virgen del Rosario para Estudiantes), los cambios en las sedes de las cofradías y los diferentes estilos de llevar los tronos (p. ej., el ritmo más rápido posible con el «paso a tambor») son factores que obligan a una revisión. Se reconoció el desafío de que las procesiones se vuelvan muy compactas, comparado con un «Scalextric», especialmente en días como el Viernes Santo con múltiples salidas desde la misma zona. Ambos invitados coincidieron en la necesidad de un estudio cuidadoso por parte de la Agrupación de Cofradías para adaptar potencialmente los recorridos u horarios, equilibrando el deseo de utilizar el hermoso centro histórico con la necesidad práctica de que las procesiones fluyan de manera fluida y atractiva. José María celebró el impacto positivo del regreso de su cofradía a su propio barrio, una medida que mejora la conexión local.
Apoyo Comunitario y Pasión Duradera
Apoyado por una amplia gama de patrocinadores locales – testimonio de sus profundas raíces comunitarias – «La Voz del Sentimiento» sigue siendo un foro esencial para la comunidad cofrade de Vélez-Málaga. El programa no rehúye conversaciones difíciles sobre desafíos como la conducta del público o las complejidades logísticas, al tiempo que celebra la fe profunda, el arte intrincado y la pasión duradera que definen la Semana Santa en Vélez-Málaga. A medida que el ciclo comienza de nuevo hacia la próxima Cuaresma, las reflexiones compartidas en el programa contribuirán sin duda a la continua meditación y perfeccionamiento de esta vital expresión cultural y religiosa.