¿Cuántas veces hemos oído con esto del coronavirus que se va a parar la vida o que será el final para muchos de nuestros proyectos?
Sin embargo, aunque es cierto que esta situación ha alterado en muy poco tiempo nuestro día a día, la vida sigue, de forma distinta, pero sigue.
Y no, no es fácil muchas veces aceptar que la realidad ha cambiado, que ha evolucionado, y nosotros temenos que adaptarnos a ello.
Pero, a parte de adaptarnos, tenemos que motivarnos, aferrarnos a aquello que nos mantiene cuerdos en estos momentos de locos.
Prueba de la importancia de eso mismo la experimentamos durante la cuarentena iniciada en marzo, en la que tuvimos que buscar vías de escape para pasar los días enteros, buscar ese algo que nos mantuviera esa chispa encendida.
La cuestión es… ¿CUÁL HA SIDO ESE «ALGO»?
Ha habido para todos los gustos: los fans de la repostería, los amantes del deporte, los expertos del bricolaje… Además, toda esa variedad a su vez se complementaba con la gran protagonista y salvación: LA CULTURA.
Sí, en cualquiera de sus expresiones: pintura, cine, series, libros, música y, con ella, el baile y la danza, esa forma de expresarse y de comunicarse que tenemos y que va mucho más allá de lo que creemos conocer.
Por la importancia que tiene en la sociedad una disciplina como es la danza, vamos a iniciar una serie de reportajes llamada «The show must go on». Porque sí, la vida fluye, el show continua y la música suena más fuerte que nunca para intentar llevar esta situación lo mejor posible, evitando que nuestros sueños y objetivos se desvanezcan.
En estos artículos vamos a contar con profesionales del ámbito que conocen de primera mano todo lo relacionado con los temas que se abordarán en cada uno de ellos, pues no queremos quedarnos con lo superficial, queremos ir más allá.
La danza no es solo poner la música y bailar, es un mundo muy complejo del que, a pesar de su enorme presencia en la sociedad, sobre todo con la apareción de las redes sociales, se profundiza poco.
En esta primera entrega, y para algunas de las próximas, hemos tenido el honor de contar con la colaboración especial de Lucas Carcelén, abogado especialista en entorno digital y nuevas tecnologías, propiedad intelectual e industrial. Además, es fundador de Advance Workshops y pieza clave en la asesoría legal de Connection Dance Center. Vaya, que es todo un lujazo poder contar con su participación y su sinceridad.
Pudimos compartir una extensa conversación y tener el privilegio de acompañarle durante la jornada del domingo 1 de noviembre para ver como se desarrolla un día de trabajo en la escuela, la cual contaba con la presencia esa tarde de la bailarina y coreógrafa Júlia Pericas.
Por otro lado, y antes de seguir comentando los puntos claves de esa entrevista/conversación, también hay que agradecer la participación de Rigoberto Hernández, espectacular videógrafo, y de Soraya, la increíble diseñadora gráfica de Advance, así como del resto del equipo de esta escuela que se encontraban presentes y que se mostraron en todo momento totalmente receptivos a participar.
En relación a lo audiovisual, es uno de los puntos fuertes de esta escuela, principalmente por la gran demanda por parte de los alumnos y profesionales de tener este tipo de contenido para poder, entre otras cosas, difundirlo por los diferentes canales o plataformas como Instagram, es decir, es usado como forma de publicitarse por parte de los bailarines.
Sin embargo, y como matiza Carcelén, a veces se tiene un concepto o se hace un uso erróneo de este material, pues más que para simplemente mostrarle al mundo el resultado a través de un vídeo increíblemente grabado y editado, debería de usarse para aprender de los errores que se cometen para mejorar, que es el objetivo principal, siempre intentar superarse para perfeccionar técnicas, pasos o coreografias en general.
Como hemos comentado antes, pudimos hablar con la persona que se encarga de esto, Rigo, bailarín, coreógrafo y videógrafo venezolano que capta a la perfección la esencia de cada coreografía o clase.
En conexión con la difusión de este tipo de material, es importante mencionar el tema de los términos de propiedad intelectual que afecta a las diferentes plataformas de difusión, sobre todo en la red por el auge de las redes sociales. Es bastante complejo y a la vez importante de entender, por lo que le dedicaremos unos de los proximos artículos a este tema exclusivamente. El documental «El dilema de las redes» es bastante recomendable para tener más conocimiento sobre este aspecto.
El hecho de ver necesidad en profundizar más allá de lo superficial en el tema de la danza se debe también a esa relación tan simple que se hace del baile con casi exclusivamente el reggaeton. Esto suele pasar y más ahora por las tendencias musicales habituales y las modas, pero hay muchos estilos con unas características diferentes y, aunque algunos son muy pocos conocidos por el público en general, se imparten con frecuencia en escuelas como esta. Algunos de esos otros estilos son el hip hop, afro vibe, latin vibe, urban, comercial…
Algo esencial en la danza, como en cualquier aspecto de la vida, son los valores. Esos principios en los que creemos y que tenemos que proteger con uñas y dientes. En este sector destaca, o debería hacerlo, el compañerismo y la ayuda mutua, pero, como en todo, también está la cara menos bonita protagonizada por la competitivdad negativa, afortunadamente la menor parte, entre bailarines y escuelas.
Por otro lado, hay que mencionar las consecuencias de la situación actual que estamos viviendo y que, indudablemente, está afectando mucho a la industria de la danza y a todo lo que la rodea.
En el caso concreto de Connection Dance Center, se han tomado medidas desde las establecidas como la mascarilla o el control de aforo hasta otras de iniciativa propia como mayor distancia entre los bailarines, que también cuentan con marcas en el suelo como guias. Además, ya disponen de otra nueva zona con mayor amplitud.
En los siguientes artículos, y como se ha comentado antes, se abordarán otros de los temas tocados con Lucas Carcelén en la conversación por ser más complejos y necesarios de tratar con mayor amplitud.
Para sentir ese día la energía, tuvimos el placer de presenciar la increíble clase de Júlia Pericas.
Y, para terminar el artículo de hoy, vamos a hacerlo como lo empezamos, recordándonos una vez más que que la vida sigue, recordándonos que… ¡El show continúa!